LOS RIVALES Y EL JUEZ
Un sapo estaba muy ufano de su voz y toda la noche se la pasaba cantando:
toc, toc, toc...Y una cigarra estaba más ufana de su voz y se pasaba toda la noche y también todo el día cantando: chirr, chirr, chirr... una vez se encontraron, y el sapo le dijo:
Y la cigarra le contestó:
- La mía es mejor.
Se armó una discusión que no tenía cuándo acabar. El sapo decía que él cantaba toda la noche. La cigarra decía que ella cantaba día y noche. El sapo decía que su voz se oía a más distancia; y la cigarra decía que su voz se oía siempre. Se pusieron a cantar, alternándose. Toc, toc, toc, chirr, chirr, chirr, chirr...
Y ninguno se convencía. Y el sapo dijo:
-Por aquí, a la orilla de la laguna, se para una garza. Vamos a que haga de juez.
-Vamos
Saltaron y saltaron hasta que vieron a la garza. Era parda y estaba parada sobre una pata mirando el agua.
-Garza, ¿sabes cantar? – gritó la cigarra.
-Sí sé - respondió la garza echándoles una ojeada.
- A ver, canta, queremos oír cómo lo haces para nombrarte juez- dijo La garza tenía sus intenciones y respondió:
-¿Y quiénes son ustedes para pedirme prueba? Mi canto es muy fino, despreciables gritones. Si quieren, aprovechen mi justicia; si no, sigan su camino.
Y con gesto aburrido estiró la otra pata.
-Cierto - dijo el sapo-, nosotros no tenemos porqué juzgar a nuestro juez.
Y la cigarra gritó:
-Garza, queremos únicamente que nos digas cuál de nosotros dos canta mejor.
La garza respondió:
-Entonces acérquense para oírlos bien.
El sapo dijo a la cigarra:
-Quién sabe nos convendría más no acercarnos y dar por terminado el asunto.
Pero la cigarra estaba convencida de que iba a ganar y, dominada por la vanidad, dijo:
-Vamos, tu voz es más fea y ahora temes perder. El sapo tuvo cólera y contestó:
-¡Ahora oirás lo que es canto!.
Y a grandes saltos se acercó a la garza seguido de la cigarra. La garza se volteó y ordenó al sapo:
- ¡Canta ahora!.
El sapo se puso a cantar, indiferente a todo, seguro del triunfo, y mientras tanto, la garza se comió a la cigarra:
-Ahora, seguirá la discusión en mi buche. Y también se lo comió. Y la garza, satisfecha de su acción, encogió una pata y siguió mirando tranquilamente el agua.
Contesta a las siguientes preguntas:
1. ¿Quiénes son los protagonistas de esta fábula?
2. ¿ Por qué discutían?
3. ¿ A quién recurrieron para que actuara como juez?
4. ¿Cómo demostró la garza su astucia?
5. ¿Qué quiere decir que la garza tenía sus intenciones?
6. El sapo temeroso, quiso terminar la discusión .¿ Por qué no lo hicieron?
7. Subraya los adjetivos que definan al sapo y a la cigarra.
- inteligente - engreídos - confiados -indiferentes -vanidosos
8. ¿Quién demostró más cordura: el sapo o la cigarra? ¿Por qué?
10. ¿Qué ha querido enseñarnos esta fábula? Subraya lo que creas.
· .Es bueno discutir cuando llevamos razón
· La cigarra cantaba mejor.
· Cuando nos acaloramos, no nos damos cuenta de los peligros
· Las discusiones inútiles nos perjudican
· La garza no fue justa
· Debemos evitar la soberbia.